En el mundo de los negocios, y especialmente en el sector tecnológico, a menudo nos enfrentamos a una elección fundamental: ¿buscamos una ganancia rápida e inmediata o construimos algo que perdure en el tiempo? Para nosotros en Dediez Software, la respuesta siempre ha sido clara. Nuestra filosofía se basa en crear relaciones a largo plazo con nuestros clientes, convirtiéndonos en un partner tecnológico de confianza.
Puede sonar idealista, pero esta forma de pensar no solo se basa en nuestros valores, sino que también está respaldada por la lógica y la estrategia. Y para explicarlo, vamos a recurrir a un famoso concepto de la teoría de juegos: el dilema del prisionero.
¿Qué es el dilema del prisionero?
Imagina a dos socios de un delito que son capturados y encerrados en celdas separadas, sin posibilidad de comunicarse. La policía les ofrece a cada uno el mismo trato:
- Si delatas a tu compañero y él no te delata a ti, tú quedas libre y él recibe una condena de 10 años.
- Si ambos os delatáis mutuamente, cada uno recibe una condena de 5 años.
- Si ambos permanecéis en silencio (colaboráis entre vosotros), solo podrán condenaros por un cargo menor, y cada uno recibirá una condena de 1 año.
¿Qué harías? Si lo piensas fríamente, desde una perspectiva puramente egoísta y en un escenario de una sola vez, la mejor estrategia individual es siempre delatar.
- Si tu compañero se calla, sales libre (mejor que 1 año de cárcel).
- Si tu compañero te delata, es mejor recibir 5 años que 10.
El problema es que si ambos siguen esta lógica, terminan en el peor escenario colectivo posible (5 años cada uno), cuando podrían haber obtenido un resultado mucho mejor para ambos (1 año cada uno) si hubieran colaborado. Este es el "dilema".
El juego cambia cuando se repite: el torneo de Axelrod
La cosa se pone interesante cuando el juego no se juega una sola vez, sino de forma repetida con el mismo oponente. Aquí, la reputación y la confianza entran en juego.
En los años 80, el politólogo Robert Axelrod organizó un torneo informático. Invitó a expertos de todo el mundo a presentar programas con estrategias para jugar al dilema del prisionero de forma iterada. ¿El objetivo? Descubrir qué estrategia era la más exitosa a largo plazo.
Contra todo pronóstico, la estrategia ganadora no fue la más compleja, sino una de las más simples, llamada "Toma y Daca" (Tit for Tat). Su lógica era sencillísima:
- Empieza colaborando en la primera ronda.
- A partir de ahí, haz lo que tu oponente hizo en la jugada anterior.
Si el otro colabora, tú colaboras. Si te traiciona, tú le traicionas en la siguiente ronda, pero solo una vez. Si vuelve a colaborar, tú también "perdonas" y vuelves a colaborar.
Las 4 claves del éxito a largo plazo
El análisis del torneo de Axelrod reveló cuatro principios que caracterizaban a las estrategias más exitosas. Estos principios no solo son válidos para un juego, sino que son una hoja de ruta para cualquier relación profesional.
1. Empieza colaborando (sé amable)
Las estrategias que tenían éxito nunca eran las primeras en traicionar. Iniciar una relación desde la confianza y la cooperación sienta las bases para un resultado beneficioso para ambos.
2. Castiga la no colaboración (sé reactivo)
Ser amable no significa ser un ingenuo. Una estrategia exitosa debía reaccionar inmediatamente ante una traición. Si la otra parte no cumple, hay que establecer límites para protegerse y demostrar que la cooperación no puede ser explotada.
3. Perdona
Después de "castigar" una traición, es crucial volver a cooperar tan pronto como la otra parte lo haga. No guardar rencor permite restaurar la confianza y volver al círculo virtuoso de la colaboración. El objetivo no es destruir al otro, sino volver a un estado beneficioso.
4. Sé transparente (no seas demasiado listo)
Las estrategias más simples y claras, como "Toma y Daca", fueron las más efectivas porque el oponente siempre entendía sus intenciones. Las estrategias demasiado complejas eran difíciles de interpretar y podían provocar ciclos de traición por simples malentendidos.
Cómo aplicamos esta filosofía en Dediez Software
Cuando vemos la relación con nuestros clientes, ya sean startups, agencias de marketing o agencias de viajes, no vemos una transacción única (un "juego" de una sola ronda). Vemos el inicio de una relación a largo plazo, un dilema del prisionero iterado donde la confianza mutua es la clave del éxito.
Empezamos colaborando: Cada proyecto comienza con una base de confianza total. Somos transparentes, escuchamos tus necesidades y ponemos todo nuestro expertise de más de 15 años sobre la mesa para encontrar la mejor solución, no para maximizar nuestro beneficio a corto plazo.
Establecemos límites claros: Nuestra "reacción" a la no colaboración se basa en la profesionalidad. Contratos claros, metodologías de trabajo ágiles con entregas definidas y una comunicación fluida aseguran que ambas partes cumplamos con nuestros compromisos. No se trata de "castigar", sino de mantener el proyecto sano y la relación equilibrada.
Perdonamos y nos adaptamos: Entendemos que los proyectos de software están vivos y pueden surgir imprevistos o malentendidos. Si algo se tuerce, no buscamos culpables. Buscamos soluciones, aprendemos y volvemos a centrarnos en el objetivo común, restaurando la dinámica de colaboración lo antes posible.
Somos transparentes por defecto: Odiamos el lenguaje técnico innecesario y la opacidad. Te mantenemos informado en cada fase del desarrollo. Queremos que entiendas lo que hacemos y por qué lo hacemos. Esta claridad es la que construye una confianza sólida y duradera, evitando los "malentendidos" que dinamitan las relaciones.
La ganancia a corto plazo es mal negocio
Podríamos optar por maximizar el beneficio en un solo proyecto, recortando costes, usando tecnologías de peor calidad o inflando las horas. Sería la estrategia de "traicionar" en el dilema del prisionero. Quizás ganaríamos más una vez, pero habríamos perdido un cliente para siempre y dañado nuestra reputación.
En Dediez Software, jugamos a largo plazo. Preferimos el éxito compartido que se consigue con años de colaboración, confianza y resultados excepcionales. Porque, como demostró Axelrod, a la larga, las buenas personas (y las buenas empresas) ganan.
¿Cansado de proveedores que solo miran por sí mismos?
Si buscas un partner tecnológico que apueste por tu éxito tanto como por el suyo, estás en el lugar correcto.